desde un rincón...

...donde a veces las respuestas eran sólo nuevas dudas

"Y allí te espero, en el momento en que la pluma conoce al papel,
en el instante en que mis frases me desnudan..."
(Quique González)

jueves, abril 07, 2005

amaneceres cansados

Desde hace algunos de días se me resiste el sueño de noche, y se prolonga demasiado de mañana. Y amanezco cansado como si ya fuera por la tarde, con un cansancio q no responde a las suficientes horas de sueño q haya conseguido conciliar, con ganas de levantarme de la cama, con un sentimiento de q las sábanas más q envolverme suavemente, me atrapan. Y sin saber por qué, no logro descansar por más tiempo q reposo sobre la cama. Miro despierto el reloj y sólo me quedo allí porque aún es demasiado temprano y estoy de vacaciones, pero ni siquiera tengo ganas de volver a dormir como cuando hay algún sitio adonde ir y no puedes quedarte...

Quizá todo empieza en un sueño. Nunca he sido capaz de recordar mis sueños más q en ocasiones contadas. No es algo q me preocupe especialmente, sino q más bien lo prefiero así, xq puedo pensar q los q recuerdo son más importantes, o buscarle algún sentido, tenerlos más en cuenta... digamos q es una forma de apreciarlos más, ya q ocurre tan poco a menudo. Y hace un par de días recordé fragmentos del sueño de la noche q amanecía en ese instante, aún acostado, a medio camino entre el sueño y la realidad. Vagamente, diferenciaba un par de detalles concretos en un escenario algo abstracto. No sé cómo llegamos allí, ni recuerdo cómo era el lugar q nos rodeaba. Sólo q estábamos empapados por la lluvia de la q probablemente nos habíamos refugiado, y ella estaba frente a mí. No recuerdo si llegamos a decir algo o sólo fue un acto reflejo, pero sentí su mano quitándome algo de la cabeza, o peinándome un poco el pelo revuelto. Y recuerdo q estuvimos cara a cara, casi más cerca de lo q hayamos estado nunca, y la miré a los ojos preguntándome cuándo aprendería a leer lo q esos ojos me decían. Entonces decidí acercarme un poco más a ellos, y sólo supe hacer una cosa...

Desperté. Sin saber cómo reaccionó, ni tan siquiera en mi propio sueño. Y ese día quise dormir desesperadamente un poco más. Recuerdo que tenía una sonrisa en los labios y quería buscar la suya una vez más aunque fuera en sueños.

Y desde entonces, me falta el sueño y la cama no es lugar para descansar, porque despierto cansado de perseguir al sueño. Y así, la realidad parece agotadora cada mañana...


"recuerda q mi reino son las dudas de esta ciudad con prisa solamente,
y q la libertad, cisne terrible, no es el ave nocturna de los sueños"

(Luis García Montero)

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