desde un rincón...

...donde a veces las respuestas eran sólo nuevas dudas

"Y allí te espero, en el momento en que la pluma conoce al papel,
en el instante en que mis frases me desnudan..."
(Quique González)

domingo, noviembre 06, 2005

una calle que lleva tu nombre

"Hoy empecé a andar sin fijarme,
no sé cómo llegué frente a su calle,
pero al notar mi error al girarme
miré hacia atrás sin querer y vi su imagen,
y recordé su voz bromeando en las tardes..."


(Cambio de planes. - Los Secretos)



Aquella tarde decidí coger el autobus que pasa por la calle desde la que se ve su casa por sonreírle con cierta nostalgía a los viejos tiempos. Recordar lo bueno que había entre nosotros y obviar lo malo que evitaremos reprocharnos. Ya he dejado de saludar simplemente para saber qué tal le va, como siempre me ha gustado hacer con mis amigos. Ahora sólo hablamos si coincidimos en el mismo espacio y tiempo sin más remedio, o si necesitamos algo de la otra persona. Quizá tan sólo es mera cortesía, guardar las apariencias, coincidencias circunstanciales disfrazadas de una curiosa amistad. Aún así, sigue teniendo la misma risa traviesa que sabría hacer estallar en cualquier momento en su rostro. Si se da la ocasión, podemos sentarnos juntos durante un par de horas y hacer los mismos chistes de siempre. Como si nada alrededor hubiera cambiado, tan sólo nosotros... todo es aparentemente como antes, pero ya nada es lo mismo.

A veces sigo creyendo que alguna vez dará señales de vida para preguntar qué tal va todo. Luego, me doy cuenta de que alguna vez puede necesitar apuntes, exámenes de otros años, consultar la hora de una clase y entonces preguntarme sobre algo así. Y que quizá es la única manera de que hablemos si yo decido no hacer nada por buscarla como antes. Sigue teniendo mi número aunque casi nunca haya sabido usarlo. Yo sigo aprendiendo a olvidar el suyo. Hace tiempo tenía tanto miedo de perderla que no me daba cuenta de que ella tampoco parecía tener interés en conservar lo que yo creía amistad. Hoy aquel miedo parece convertido en indiferencia, y al menos, creo que ya va dejando de doler...

Me monté en aquel autobus para pasar frente a su calle, y una vez en él, ni siquiera recordé mirar por la ventana hacia su puerta. En el fondo, creo que es justo así como nos perdimos: sin darnos cuenta de lo que teníamos una vez, enfrente de nosotros mismos.

|

4 comentarios:

At 6/11/05 12:40 a. m., Blogger Predilecto dijo...

Me da la impresión de que el mundo que fue para ti , solo fue un suspiro para ella. Me da la impresión de que aun eres joven (y excepcionalmente sensible con todo lo positivo ynegativo que ello conlleva)...al menos has aprendido que saber olvidar es una necesidad más que una forma de vida.
Saludos

 
At 6/11/05 5:53 p. m., Blogger pijomad dijo...

Pufff. cuantas horas perdidas frente a portales oscuros fumando pitillos a la sombra de una farola para ver... nada.

 
At 8/11/05 9:56 a. m., Blogger Brianda dijo...

Y en ese momento se puede girar la cabeza hacia otros lados y observar lo grande que es el mundo y la de cosas que tiene para mirar! Que centrar la antención en una ventana es una experiencia que hay que vivir, pero hay que dejarla pasar tb, que nos vuelve cortos de miras!! (uys, me he levantado hoy un poco destroyer):P
Besotes!

 
At 19/2/06 7:48 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

como dice una tirada que me salió en un juego chino: "si la batalla está perdida, seguir intentándolo solo conduce a la humilllación".

olivia | Homepage | 11.07.05 - 8:59 pm | #

----------------

jo, que triste, siempre me ha resultado triste recordar lo q pasó y ya se ha perdido...
Besos

bifidus activo | Homepage | 11.14.05 - 9:19 pm | #

 

Publicar un comentario

<< Home

Weblog Commenting and Trackback by HaloScan.com