desde un rincón...

...donde a veces las respuestas eran sólo nuevas dudas

"Y allí te espero, en el momento en que la pluma conoce al papel,
en el instante en que mis frases me desnudan..."
(Quique González)

lunes, mayo 09, 2005

como niños

Ella entró tarde sin fijarse en nadie como lo hace siempre últimamente, con la clase diez minutos comenzada. Una fila más atrás y cuatro asientos a la izquierda podrían ser menos distancia si un día el sentarnos uno al lado del otro no se nos hubiera hecho lejano. Si supiera calcular la fecha exacta, odiaría el momento en que dejamos de sentarnos juntos casi a diario por accidente, de hablarnos tanto en mitad de clase atrasando mis apuntes y nos olvidamos de jugar cortando aquella goma que ensuciaba sus folios cada vez que me la pedía. Y odiaría con fuerza aquellos días en que cambiamos las palabras continuas por silencios esporádicos, en que comencé a perder de vista el brillo travieso de sus ojos y dejamos de bromear sonriendo a cada instante como niños que no conocen los miedos de los mayores. Si reconociera el instante preciso en que empezamos a comportarnos como si el corazón del otro fuera de hielo, sabiendo que jamás lo ha sido el de nosotros mismos, quizá volviera atrás para cambiar un par de palabras que en aquel tiempo nunca nos dijimos. A veces te escucho decirme que desde aquellos días ya hemos madurado, que ahora nos llevamos mejor y que "son ya muchos años". Por desgracia, a mí nunca podrán parecerme demasiados... Nos hicimos los adultos cambiando palabras, gestos, miradas y sonrisas de niños traviesos por silencios algo más habituales, distancias menos relativas y más frases no pronunciadas.

Hoy miré, casi sin querer, una fila más atrás y cuatro asientos a la izquierda, y me encontré con tus ojos durante algo menos de un segundo. No sé si llegabas a mirarme, ni diré que yo quise aguantarte la mirada al menos una décima de segundo más... pero no haremos preguntas ni diremos nada, porque ya no nos portamos como niños. Simplemente, hablaremos de cualquier otra cosa sin importancia, de nuestro mundo de adultos que saben usar las palabras ¿para esconder sus verdaderos sentimientos?

Un instante después, ninguno de los dos miraba ya. Había visto sus ojos brillar como una estrella fugaz que se marcha mientras sigues queriendo contemplarla en el cielo. Y yo sólo quería pedirle un deseo: volver a comportarnos como niños.

Porque ellos no necesitan palabras para demostrar lo que sienten. Para eso tienen las miradas, los gestos y las sonrisas que no temen esconder...


"el amor es la moneda que dejamos siendo niños en la vía del tren..."

Se nos iba la vida.- Quique González

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1 comentarios:

At 21/9/05 12:52 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

Paisaje. Paisaje de clase. Paisaje de clase con fecha caducada. Recuerdos encerrados tras la puerta del aula. Chica tonta que no sabe lo que se pierde.

¿Cómo prefieres llamar a tu cuadro?

"Nosotros, los de antes, ya no somos los mismos"
(Pablo Neruda)

Inchina | Homepage | 05.09.05 - 10:48 pm | #

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has dicho aquello que necesitaba leer... gracias!

AtelieR | Homepage | 05.10.05 - 6:04 am | #

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Esa es una de las cosas más tristes de crecer: ya no nos comportamos como niños y abandonamos ilusiones

LuCeZiLLa | Homepage | 05.10.05 - 6:35 pm | #

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moneda que siempre se puede volver a recogerla, aunque lo más probable es que esté plana y totalmente desdibujada. el amor es cosa de niños...

olivia | Homepage | 05.10.05 - 9:23 pm | #

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me acorde de tantas cosas. tuve tantas ganas de llorar

Ele | Homepage | 05.12.05 - 7:45 am | #

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madurar...qué triste. qué mierda.

monica | 05.12.05 - 1:37 pm |

 

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