historias heridas
Tres puñales clavados para ir aprendiendo a sentir por donde late el corazón. Nunca es demasiado tiempo para acostumbrarnos a no ser jamás nada. Tres formas distintas de romper un amor que siempre nace herido de tu ausencia. Y aún sigo buscando sin querer creer que la búsqueda es absurda, porque no quedan esperas diferentes que nos salven de perdernos. Tres heridas invisibles, de esas que dejan goteras por dentro. Que van derramando ilusiones que apenas se atreven a sentirse. Porque no puedo olvidar que hay cosas que son inevitables, pero también que somos demasiado predecibles. Que mueren demasiados sueños víctima de su propia cobardía por despertar y no encontrarse. Que quedan demasiadas historias por contar pero ninguna se digna a dar un simple pie para un comienzo. Y yo guardo todos los finales que nunca sucedieron.
Pero es demasiado difícil pasar página de historias que nadie escribió.
Pero es demasiado difícil pasar página de historias que nadie escribió.
"Volveré a los sitios donde nunca he estado,
como vuelvo siempre al punto de partida..."
(En el disparadero .- Quique González)
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