desde un rincón...

...donde a veces las respuestas eran sólo nuevas dudas

"Y allí te espero, en el momento en que la pluma conoce al papel,
en el instante en que mis frases me desnudan..."
(Quique González)

domingo, septiembre 02, 2007

El regate imposible



Dicen de Antonio Puerta que en su cara no faltaba nunca una sonrisa, y desde luego no era para menos. A sus veintidós años tenía prácticamente todo lo que uno podría desear: era titular en el Sevilla con un contrato recién renovado, había sido internacional, coleccionaba cinco títulos en el último año y medio y esperaba su primer hijo para dentro de mes y medio escaso. No lo conocía de nada, salvo de verlo jugar desde las gradas del Pizjuán, siempre pegado a la banda izquierda volviendo locos a los defensas. Su zurda fue la que marcó aquel jueves de feria de 2006 el gol histórico que metió al equipo en su primera final de UEFA. Un gol que cambiaría la historia reciente del club que su propio abuelo había ayudado a fundar y al que él se lo dedicó aquel día. Era un chico sencillo, con la cabeza bien amueblada y una cualidades extraordinarias para ser futbolista de gran nivel. Un futbolista de esos que si tenía el día fino podía ser imparable, con una capacidad asombrosa para realizar regates inverosímiles y salir siempre de situaciones en las que parecía no haber salida. Lástima que la muerte fuera demasiado difícil de regatear incluso para él.




Y aunque aún nos parezca mentira, el chico de los regates imposibles y la sonrisa permanente ya no volverá a vestirse de corto ni podrá llegar a conocer al hijo que esperaba. En estos días he escuchado a varios médicos decir que los síntomas de la dolencia que desencadenó su muerte eran prácticamente indetectables. Que es una patología congénita que se manifiesta precisamente con las arritmias que desembocan, por lo general, en muerte súbita. Pero Antonio Puerta abandonaba el césped en la noche del sábado 25 de agosto por su propio pie tras sufir el primer ataque, y tras varias paradas cardiorrespiratorias más en el vestuario y durante su traslado al hospital, quedó ingresado en la UCI durante casi tres días hasta fallecer el martes 28 a mediodía.


Debía ser cierto entonces, como dicen todos los que lo conocieron, que tenía un corazón muy muy grande.

Descanse en paz, sevillista.




"Mama, take this badge off of me
I can't use it anymore.
It's gettin' dark, too dark for me to see
I feel like I'm knockin' on heaven's door.

Knock, knock, knockin' on heaven's door
Knock, knock, knockin' on heaven's door
Knock, knock, knockin' on heaven's door
Knock, knock, knockin' on heaven's door

Mama, put my guns in the ground
I can't shoot them anymore.
That long black cloud is comin' down
I feel like I'm knockin' on heaven's door.

Knock, knock, knockin' on heaven's door..."

|
Weblog Commenting and Trackback by HaloScan.com