geografía personal

Borré todos mis mapas y calculé mis nuevos puntos cardinales para ubicarte en ellos. Quizá hubieras marcado el norte, como una estrella vigía de mi cielo a la que esperar a tientas cada noche. Dibujaba tus huellas para seguirte en cada marcha sin previo aviso, y doblaba las esquinas de una carta esférica sin mar en cada amanecer que ya no estabas. Así, guardaba en mi bolsillo la esperanza de que volvieras. Pero al pasar el tiempo, resultó que sólo estabas de paso...

Aun así, a veces conseguíamos encontrarnos a pesar de todo. De tu sonrisa indescifrable, de mis miradas a destiempo, de tus pasos cansados, de mi dificultad para orientarme... Podíamos buscarnos a conciencia y, para ello, apuntábamos con cuidado coordenadas, fijábamos lugares exactos, establecíamos referencias sin pérdida posible, dibujábamos marcas en rojo sobre hojas desplegadas en la memoria. Pero marcar una hora exacta y un lugar preciso sólo sirve para aparecer por sorpresa en cualquier otro. Porque siempre vivimos más por una cuestión de (des)encuentros que de búsquedas.

Y después de mucho tiempo, creo que ya encontré tu lugar en el mapa... aunque ya no me quede paciencia para aprender a pintar tus horizontes.

"Far away, so close
Up with the static and the radio
With satellite television
You can go anywhere
Miami, New Orleans, London, Belfast, and Berlin

And if you listen I can't call
And if you jump, you just might fall
And if you shout I'll only hear you..."

[Stay(far away, so close) .- U2]