desde un rincón...

...donde a veces las respuestas eran sólo nuevas dudas

"Y allí te espero, en el momento en que la pluma conoce al papel,
en el instante en que mis frases me desnudan..."
(Quique González)

martes, diciembre 05, 2006

Días azules

Antes de cruzar el puente el Sol se asomó a una ventana de nubes para sorprenderme por la espalda. Justo un rato antes iba pensando en los tristes que resultan los árboles cuando los dejan sin hojas y casi también sin ramas. Después, incluso se atreven a vestir algunos con luces de navidad. Fue al año pasado cuando lo pensé por primera vez, y sigue siendo terriblemente revelador de en qué se han convertido estas fiestas que ahora nos invaden dentro de tan poco. Pero al mirar atrás, resulta que el Sol ahora se reflejaba en las bombillas apagadas, y que la silueta de los árboles parecía cobrar vida. Al resto del mundo creo que le daba igual. Seguían andando de camino hacia donde fueran tan indiferentes como de costumbre. Con esa prisa con la que siempre vamos matando los horarios, sin llegar a apreciar minimamente el tiempo que vivimos. No sé cuantas veces giré la cabeza para ver esa imagen antes de pensar en lo sencillo que era a veces encontrar cosas así. Continuamente hay pequeñas cosas que nos dicen algo y decidimos no escucharlas, no verlas o no recordarlas. Y lo cierto es que ayer me alegré de ser capaz de recrearme en esos pequeños instantes insignificantes. Quizá porque en el fondo te hacen darte cuenta de que la mayoría del mundo pasa de largo antes las cosas que valen la pena frente a la rutina. Y que de algún modo, verlas te hace sentir que no eres parte de ese mundo rancio y gris, por más que a veces no te quede más remedio que sumergirte en él.

Y que aún quedan colores que encontrar en la ciudad para quien quiera verlos.




"A veces creo ver,
ver cómo vendrás,

vendrán detrás de mí.

Envuelta en una música,
volando en una brisa de trompetas,
soñando, flotando sobre el mar en mi cabeza,

cantando, bailando
y gritando que jamás me dejarás.


Las noches en el bar.
El mar detrás de ti.
Esta vez es de verdad.
Escrita en una pagina cursiva
de una prosa de madera,
sin rima,
grabado en mi memoria como en piedra.
Brillando, llamando,
envuelta en una música especial.


¿Dónde están los días y ese azul?
Di un lugar donde estés tú,
que si el azar nos va empujando hasta el final

sólo habrá casualidad.

La casualidad
nos va a alcanzar,
nos va a salvar y a matar.

A veces creo ver,

ver como vendrás

chocando contra mí.


De las sombras de tu corazón

fingiré que he sido yo.
¡Que no!
Que si al final nos va empujando sin querer
ese azul no va a volver.

Ese azul nos va a alcanzar.

Ese azul nos va a salvar.

Ese azul nos va a alcanzar.
Ese azul nos va a matar..."

(Días azules.- Iván Ferreiro)

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