desde un rincón...

...donde a veces las respuestas eran sólo nuevas dudas

"Y allí te espero, en el momento en que la pluma conoce al papel,
en el instante en que mis frases me desnudan..."
(Quique González)

viernes, diciembre 31, 2004

fin de año

31 de diciembre. 2004 se va. Y lo despido con la alegría de quien ve marcharse la tristeza aunq hoy siga pasando el rato con ella. Ha sido un año dificil. Por muchas razones. Estudios, amigos, sentimientos encontrados, reflexiones de más... Tal vez, en el fondo, no son muchas las razones sino las excusas. Supongo q la raíz de todo es q uno cree q ser él mismo ya es suficiente para conocerse. Y me temo q no es así. Los malos momentos te enseñan. Te ayudan a conocer mejor a ese desconocido q muchas veces se confunde contigo mismo pero q actúa sin q tú lo comprendas del todo. Sigo pensando demasiado, pero al menos ya estoy avisado y trato de aceptarlo en lugar de preguntarme xq es así. De todos modos, se "agradece" estar mal de vez en cuando para ver las cosas q no tienen importancia cuando vives rodeado de ellas. Es necesario echar de menos lo q importa de verdad para saber apreciarlo cuando vuelve, si tienes esa inmensa suerte de poder recuperarlo. No hay mal q por bien no venga. Este año q se marcha me enseñó más de mí mismo. Con suerte, el q viene tal vez me atreva a dejar q me conozcan los demás. Creo q llevo muchos años sin llegar a dejarles del todo verme como soy en realidad. Quizá ahora q yo lo sé un poquito más, sea capaz de dejar de culparles por no conocerme y esforzarme en q me conozcan en lugar de esconderme tras decorados incompletos. Uno no elige como es, como tampoco elige las partes de un paisaje. Espero q de ahora en adelante sepa ser todo lo q soy, y no sólo partes de un puzzle para pasar el rato, alguien q teme no caer bien a todo el mundo. Porque si sigo escondiendo piezas, no debería esperar q nadie me conozca como soy, y mucho menos culparles por verme simplemente tal y como yo les haya dejado q me vean... incompleto.

Feliz año nuevo.

|
lunes, diciembre 27, 2004

alegre tristeza

Hoy es de esos días en q si te paras a pensar un poco te das cuenta de q todo es relativo. Que las desgracias a veces no lo son tanto. Que siempre hay q intentar poner los pensamientos en orden antes de q ellos te desordenen a ti. Que en el fondo, y aunq eso te deje sin excusas o sin motivos para quejarte, tienes suerte. Debería pensarlo al menos una vez cada día. Tengo mucha suerte de tener mis propios problemas. De tener un vaso de agua para ahogarme de vez en cuando. Suerte de plantearme mi forma de ser cada cierto tiempo. De sentirme un bicho raro q no encaja en ningun sitio tal vez justo por el propio miedo a no encajar. Suerte de sentir q a veces doy más de lo q recibo de mucha gente y de q eso me haga sentir tan desencantado de vez en cuando. Suerte de pensar q mi vida está llena de problemas q no se acaban de terminar, y de conflictos internos q no resuelvo y q a veces incluso temo plantear (xq hay dudas q es imposible resolver sin hacer ciertas preguntas). Tengo suerte de poder sentirme tan triste como pocos puedan imaginar por cosas q muchos ni se plantean siquiera. Y hoy me alegro de poder darme cuenta de lo estúpido q soy a veces, cuando creo q nunca tengo suerte xq la tristeza se empeña en acompañarme más tiempo del q yo la aguanto.

Anteayer murieron más de veinte mil personas en los Tsunami q asolaron varios países asiáticos. Ellos ya no tendrán la suerte de volver a sentirse tristes nunca más.

|
sábado, diciembre 25, 2004

feliz navidad

supongo q algo había q decir, no? Llevo tiempo abandonando este rincón y es un buen día para volver. Aunque no sepa muy bien qué decir. Tal vez por eso llevo este tiempo sin decir nada. Puedes creer q xq no escribas sobre las cosas, q por no hablar de ellas, vas a dejar de pensarlas. Y equivocarte. No elijo lo pensamientos, y menos cuando son cosas q no dependen del todo de mí. Cuando se te meten recuerdos, sensaciones, palabras de otra gente. De alguien. Me hace tener ganas de reir y de llorar casi al mismo tiempo. Así pasaré la Navidad, entre luces y sombras. Me alegra dias horribles sólo con un par de minutos hablando. Me rompe todo si creo intuir un simple malentendido. Demasiadas vueltas en mi cabeza. A veces desearía ser más simple para no querer entender todo lo q me pasa. Otras tan sólo quisiera comprenderla del todo a ella, y no pienso en otra cosa. Pero cuando creo q lo consigo, q aunq sólo sea por un momento soy capaz de entender alguno de sus gestos, de descifrar sus palabras antes de q las pronuncie, entonces simplemente me siento completo. No me falta nada para sentirme feliz.

|
jueves, diciembre 09, 2004

una tarde tonta

Hace unos días tuve una de estas tardes tontas, una de esas en las q dejas de hacer lo q deberías y comienzas a dejar q la cabeza se vaya a otro lugar. Y mientras "viajaba", pensaba de forma más o menos reflexiva (o al menos con cierto empeño en q así fuera) sobre lo q es sentirse atraido por alguien, sentir q quieres pasar la mayor parte de tu tiempo con una persona, tal vez incluso atreverse a pensar en amar a alguien, aunq sea una de esas palabras q haya q utilizar con tanta precaución... no vaya a ser q uno se confunda. Intentaba reflexionar sobre la sensación q se te queda cuando a veces no consigues transmitir a una persona lo q realmente querrías q supiera, por una u otra razón. No creo, en cualquier caso, q en ninguna tarde por tonta q sea y por mucho q me empeñe en "desaprovecharla" pensando en mis cosas, en pensamientos abstractos y poco productivos, en lugar de estudiar, consiga llegar a conclusiones interesantes o llegar a comprender aunque sea en parte ese tipo de sensaciones. De hecho, tampoco creía q nadie pudiera llegar a descifrar sentimientos para ser capaz de explicarlos a los demás, xq entonces tal vez dejarían de ser esas sensaciones indescriptibles q nos envuelven de vez en cuando, y q suelen estar tan lejos de nuestra propia comprensión... Sin saber muy bien cómo, acabe llegando a una cierta conclusión con la q di por zanjada la "tarde reflexiva". Acabé pensando en q sentirte atraido por alguien, hasta el punto de hacerte dudar de si sientes algo realmente fuerte por una persona, te lleva a ser en cierto modo un poco más débil, a abrir algunas vías de entrada a la pequeña o enorme fortaleza q cada uno se construye para protegerse de los demás, o incluso podría decirse q es algo así como dar armas para q te rompan la coraza q preserva esos pensamientos q uno no comparte con nadie (o casi nadie). Algunas veces encontramos en nosotros mismos ciertas formas de pensar o de sentir q cuesta comprender, y q en cierta medida pueden llegar a asustar. Miedo a lo desconocido en el fondo. O a conocerse a uno mismo. O incluso miedo a q alguien realmente te conozca... como cualquier pensamiento de una tarde tonta, rutinaria y aburrida como otras muchas, la reflexión cayó en el olvido, y es una idea q se queda ahí hundiéndose o flotando en el subconsciente y q a ratos subyace, unas veces con más fuerza q otras. Y esta mañana encontré algo q sacó ese pensamiento a flote de un solo golpe xq era casi una descripción exacta de aquella sensación. Algo q me hizo pensar q sí hay gente con la asombrosa capacidad de describir con precisión infinita situaciones q muchos ni siquiera comprenden. Encontré un par de versos q describen de un modo imposiblemente certero esa sensación de vulnerabilidad q a veces he sentido por culpa de alguien. O mejor dicho, gracias a alguien...

"Nunca sé despedirme de ti, siempre me quedo
con el frío de alguna palabra que no he dicho"

|
martes, diciembre 07, 2004

la vida como paisaje

Hoy es uno de esos días en los q no sé bien por qué, tengo una sensación extraña encima q no me abandona. Pasas el día entero haciendo como el q intenta concentrarse en algo, mirar unos apuntes, leer un libro, sin llegar a conseguirlo del todo, sin prestar atención a lo q haces. Hay veces q esperas q pase algo. Tal vez espero ver algún correo de alguien a quien hace tiempo q no veo, o recibir una llamada, una visita inesperada... doy vueltas, como si estuviera inquieto por algo aunq no sepa qué, como si supiera q hay algo q tiene q pasar pero no pasa, y aún así, sin suceder nada, creo q me pierdo algo. Acabo los paseos en la ventana, pensando a través de los cristales en lo apacible q parece el día ahi fuera. Sintiéndome espectador accidental del paisaje, y hoy quizás un poco de mi propia vida... a veces todo parece un paisaje inventado, irreal, en el q uno mismo se cree importante y se descubre secundario. Podemos creer q sabemos lo q pasa alrededor y sin embargo lo desconocemos por completo. No sé si me pierdo algo o es sólo mi imaginación, pero tengo una sensación q me dice q tal vez no sea bueno seguir esperando. No mirar más a través de la ventana y dejar de esperar. Porque hasta en un día de otoño q parece tan apacible, casi de esa primavera ya lejana, viendo los rayos de Sol escapar entre las nubes y alumbrar suavemente el paisaje (q aunq urbano a veces resulta incluso hermoso), tras los cristales, uno observa y espera acontecimientos como cualquiera de los árboles espera a q se caiga alguna de sus hojas. A pesar del paisaje soleado y la sensación de q todo es apacible y tranquilo, q todo alrededor es como nos gustaría q fuese, cuando das un paso y dejas de observar, entras en ese paisaje, y descubres q también sopla el viento, y q hay cosas q no se ven desde fuera. Tal vez ya no eres espectador sino parte del propio paisaje q antes creías reconocer. Tal vez ya crees controlar mejor lo q sucede o deja de suceder a tu alrededor, y empiezas a darte cuenta de q quizá esperar no te lleva a ningún sitio. No obstante, incluso en ese caso, puedes llegar a descubrir q a pesar de los rayos de Sol, hoy aún sigue haciendo frío...

|
lunes, diciembre 06, 2004

Poemas hechos canciones

Aunque tú no lo sepas

Como la luz de un sueño,
que no raya en el mundo pero existe,
así he vivido yo
iluminado
esa parte de ti que no conoces,
la vida que has llevado junto a mis pensamientos...

Y aunque tú no lo sepas,
yo te he visto
cruzar la puerta sin decir que no,
pedirme un cenicero, curiosear los libros,
responder al deseo de mis labios
con tus labios de whisky,
seguir mis pasos hasta el dormitorio.

También hemos hablado
en la cama, sin prisa, muchas tardes
esta cama de amor que no conoces,
la misma que se queda
fría cuando te marchas.

Aunque tú no lo sepas te inventaba conmigo,
hicimos mil proyectos, paseamos
por todas las ciudades que te gustan,
recordamos canciones, elegimos renuncias,
aprendiendo los dos a convivir
entre la realidad y el pensamiento.

Espiada a la sombra de tu horario
o en la noche de un bar por mi sorpresa.
Así he vivido yo,
como la luz del sueño
que no recuerdas cuando te despiertas

*Luis García Montero (poeta y escritor)


Aunque tú no lo sepas

Aunque tu no lo sepas
me he inventado tu nombre
me drogué con promesas
y he dormido en los coches.

Aunque tu no lo entiendas
nunca escribo el remite en el sobre
por no dejar mis huellas.

Aunque tú no lo sepas
me he acostado a tu espalda
y mi cama se queja
fría cuando te marchas.

He blindado mi puerta
y al llegar la mañana
no me di ni cuenta
de que ya nunca estabas.

Aunque tu no lo sepas
nos decíamos tanto
con las manos tan llenas
cada día más flacos.

Inventamos mareas
tripulábamos barcos,
encendía con besos
el mar de tus labios.

*Quique González

Gracias a tipos como este grandísimo escritor de canciones, q es como él suele definirse, la música puede llegar a ser algo más q un simple entretenimiento, y difuminar las barreras q la separan de la poesía o del arte, y descubrir sentimientos, rellenar vacíos, pintar recuerdos, dibujar sonrisas o arrancarnos lágrimas...

|
domingo, diciembre 05, 2004

reflejos de luna

con la mirada perdida
un rumbo confuso en el cielo
me lleva a ti,
a tu reflejo en la luna.

Y veo tu luz, resplandeciente
volver a mí
y sé q de algún modo me acompañas
cada noche, aunq siempre sin ti

y después, al llegar la mañana
supe q te habias ido,
q quizá nunca volviste
q sólo viniste a mí
para marcharte de nuevo
esquiva como luz de luna

me alumbras y te marchas
me dejas preguntas sin respuesta
(o respuestas q tú te guardas)
y de nuevo callas,
silenciosa como esta luna,
q nos mira cada noche dando vueltas
en la distancia, nos mira...
a ti, a mí

quiza sólo así podamos
estar juntos, a lo lejos,
bajo la luz de luna
soñando despiertos, y tan lejos,
queriendo q no salga el sol
y rompa el efímero hechizo
q la luna ha construido

queriendo q sigas aquí
q no acabe nunca esta noche
q vea en tus ojos la luna
y sepa de una vez, por fin,
q tú me miras...
como yo te miro a ti

|
sábado, diciembre 04, 2004

Pájaros prohibidos

1976, en una cárcel del Uruguay:

Los presos políticos uruguayos no pueden hablar sin permiso, silbar, sonreír, cantar, caminar rápido ni saludar a otro preso. Tampoco pueden dibujar ni recibir dibujos de mujeres embarazadas, parejas, mariposas, estrellas ni pájaros.

Didaskó Pérez, maestro de escuela, torturado y preso por tener ideas ideológicas, recibe un domingo la visita de su hija Milay, de cinco años. La hija le trae un dibujo de pájaros. Los censores se lo rompen a la entrada de la cárcel.

Al domingo siguiente, Milay le trae un dibujo de árboles. Los árboles no están prohibidos, y el dibujo pasa. Didaskó le elogia la obra y le pregunta por los circulitos de colores que aparecen en las copas de los árboles, muchos pequeños círculos entre las ramas:

- ¿Son naranjas? ¿Qué frutas son?

La niña lo hace callar:
- Ssshhhh.

Y en secreto, le explica:
- Bobo. ¿No ves que son ojos? Los ojos de los pájaros que te traje a escondidas



Siempre q lo leo consigue arrancarme una sonrisa... Creo q pertenece al libro Días y noches de amor y de guerra, de Eduardo Galeano.

|

para un viejo amigo

Él siempre me llamaba Javi. Mientras estuvimos en la misma escuela fuimos inseparables. Me enseñó lo q era ser un amigo de verdad, de esos q se quedan cuando crees q todo el mundo se ha ido, de los q cuando faltan te das cuenta de lo q significan realmente. Todo el mundo me llamaba por mi apellido xq mi nombre ya estaba repetido en clase, y encima el diminutivo q de verdad me gustaba tb se lo llevó otro amigo (al q x cierto creo q de todos modos siempre le quedó mejor q a mí...). Yo no quería q me llamaran por mi nombre repetido, ni tampoco por mi apellido, y tenía mi segundo nombre q nadie usaba. Javier. Es curioso xq hoy, aún 3 de diciembre cuando escribo esto, es mi hipotético "segundo" santo... y me acuerdo de él. Era el único q me llamaba Javi, xq sabía q me gustaba llamarme así, incluso más q mi propio nombre, el q siempre había llevado. Los demás empezaron a llamarme por el apellido, aunque a mi no me convenciera para nada. Pero la profesora decidió por mí... sólo Antonio, q así se llama mi amigo de entonces, me llamaba siempre Javi. Estábamos siempre juntos, en cada recreo, y tb en clase, de compañeros de pupitre, unidos "por accidente" un día q nos sentamos juntos. Y ya no volvimos a separarnos... Lo recuerdo con mucho mucho cariño y con nostalgia, como el amigo inseparable q fue siempre. Y como el mejor defensa de 7º A, tan bueno q conseguía hacerme jugar al fútbol mejor de lo q nunca había jugado, y por algo tan fácil como q me llevaba tan bien con él q siempre lo encontraba para pasársela... Un día me rompí el brazo y no podía jugar al fútbol xq lo tenía enyesado. Le dije q se fuera a jugar, q yo no podía. Y él no pudo irse. No quiso irse. No sin mí. Se quedó conmigo hasta q me obligó a jugar con el brazo en cabestrillo, xq si yo no jugaba él tampoco iba a irse a jugar. No sé si yo hubiera sido capaz de hacer lo mismo por él, la verdad. Quizá no me hubiera dado cuenta. Pero Antonio era mi mejor amigo. Por cosas así y por otras muchas q ya casi no recuerdo... Siempre lo fue, los tres años q estuvimos en la misma escuela. Hasta q lo cambiaron de colegio. Por el trabajo de su padre tuvo q mudarse. Ni siquiera recuerdo a dónde tuvo q irse. Ni siquiera recuerdo la última vez q lo vi. Después de aquel verano (creo q fue el 95) supe q se había tenido q ir. Me lo dijo un amigo q lo vio en septiembre en un examen (xq Antonio era muy listo pero un pelín vago...). No podía creer q se hubiera ido sin llamarme para despedirse. Y aún hoy, cuando mi madre me felicita por llamarme tb Javier, recuerdo q él fue el único q me llamaba Javi. Sólo xq yo lo prefería así, y él lo sabía. Y fue mi mejor amigo. Antonio Rodríguez Macías. Nunca olvidaré ese nombre. Quizá nunca llegaré a saber si no me llamó por un despiste, o porque a lo mejor no quiso despedirse de mí, xq las despedidas siempre son tristes, y él siempre estaba alegre, por todo, siempre riéndose por cualquier cosa, siempre haciendo el payaso para los demás... quizá pensó q las despedidas son en el fondo como un final, y a decir verdad, yo tampoco hubiera querido q acabara nuestra amistad. Y en realidad, donde quiera q esté ahora, sigue siendo mi amigo. Nunca llegamos a despedirnos. Nunca dejamos de ser amigos. Gracias por todo, Antonio. De parte de tu amigo, Javi. Donde quiera q estés, espero q te vaya bien, xq te lo mereces.

|
Weblog Commenting and Trackback by HaloScan.com