desde un rincón...

...donde a veces las respuestas eran sólo nuevas dudas

"Y allí te espero, en el momento en que la pluma conoce al papel,
en el instante en que mis frases me desnudan..."
(Quique González)

miércoles, enero 25, 2006

reencuentros fugaces

"Pinto, verdes parajes de belleza desolada,
vivo lo efímero y su valor.
Bebo, apuro desperdicios de mi vida,
me recojo en la templanza de la tregua que me da
la anestesia del recuerdo..."



No sé qué tienen tus palabras, ni por qué después de tanto tiempo
aún guardan ese aroma cotidiano de todo lo que una vez fueron
en el estrecho margen que nos dejan los escasos huecos de tu horario,
unos pocos minutos tan fugaces que añoran llamarse reencuentro...


"Y al placer de reencontrar
el limbo de un tiempo que se nos va..."

(Lápiz y tinta.- El último de la fila)

|
viernes, enero 20, 2006

historias de autobús

Para esa chica silenciosa del autobús
que elige cada día un sitio distinto,
y cambia además de ropa, peinado,
rostro, nombre, piel y ojos...
pero sigue manteniendo
aquel instante incierto en su mirada,
la duda compartida sobre dónde
se cruzan nuestros pensamientos
y se pregunta si alguna vez
serán capaces de bajarse
al fin en la misma parada



A veces me pregunto si estamos pensando lo mismo al cruzarnos la mirada. Si ese reflejo a contraluz en el cristal de la ventana no es una ilusión y es cierto que en ocasiones parecemos buscarnos. Desconocidos como nuestras paradas para el resto del autobús, también lo somos el uno para el otro. Aunque eso no sepa evitarnos una mirada accidental a tiempo o a destiempo (porque todo depende del cristal con que se mire, pero entonces la ventana no sabe si escondernos o mostrarnos...)

Podría ser tan sólo un instante, o dos, o tres... durante todo el trayecto hasta la parada en que los ojos habrán perdido toda opción de volver a encontrarse. Pero las miradas se cruzan distraidas, como queriendo chocarse en una esquina, recogen las cosas del suelo y se marchan sin cruzar palabra. Sólo queda un amago de sonrisa y un gesto risueño alrededor de los ojos que quieren decir
hasta pronto sin caer en la contradición del tiempo cuya inmediatez no se cumplirá.

Y cuando ya no hay vuelta atrás, a veces estoy seguro de que pensábamos lo mismo al mirarnos de improviso...

"¿En qué estarás pensando ahora?"

|
miércoles, enero 11, 2006

recuerdos dormidos


Olvida todas las mañanas que nos vieron amanecer, porque en el fondo son siempre la misma si cada uno estaba por su lado. Porque quizá no haya día si la noche nos separa, ni futuro si el presente es nuestra ausencia mutua. Porque hay bancos en el parque incapaces de borrar todos los besos que nunca sucedieron sentados en ellos, árboles cuyos corazones aún sangran sobre el grabado de nuestros nombres en la piel que nunca conocimos, farolas cuya memoria no se cubriría de sombras si alguna vez hubieramos desafiado su luz con un abrazo.

Porque todos los recuerdos de esta ciudad que se condenan al olvido sin remedio son como un sueño incierto, confuso, del que no acertamos a despertar del todo. Porque aún parece que todas la miradas me llevan a la tuya cuando cada mañana abro los ojos, mientras sigo esperando aprender a dejarlos abiertos sin buscarte...

|
domingo, enero 08, 2006

zapatos olvidados


Hay días en que añoro aquella época en la que la mayor tristeza que uno podía imaginar era ser elegido el último para el equipo de fútbol en el recreo. Cuando todo era más simple y no había de por medio tantas complicaciones, tantos matices, tantas formas de comunicarse y a la vez de incomunicarse. Cuando pensaba mucho menos, tal vez por inocencia o incluso por inconsciencia, y no me planteaba cosas como qué es lo que espero de los demás. En el fondo es tan fácil que resulta extraño, pero bastaría con que de algún modo sintiera que no soy constantemente para los demás menos de lo que ellos son para mí. Querría volver a cuando no sabía lo que significaba la palabra reciprocidad, ni me importaba conocerla. A cuando dar o pedir un trozo de bocadillo no requería nada a cambio. A cuando era capaz de regalar una flor sin esperar a cambio un beso.

Creo que era más o menos por cuando aún dejaba los zapatos frente a la terraza para que los Reyes pusieran a su lado los regalos, y me iba a la cama a soñar que los veía.

Recuerdo más hermosa la amistad de aquella época...

|
martes, enero 03, 2006

Fuimos lo que fuimos

Por la luz que soñé encontrar en tus ojos
y las veces que añoré rozar tus labios...


Hace justo dos años por estas mismas fechas comencé a creer en imposibles sin saber muy bien si quería creer en alguien o creía querer a alguien. Quizá fue sólo un amor de los que uno alguna vez necesita sentir para creer que vale la pena, o tal vez era que valía la pena creer en ese tipo de amor al margen de cualquier otra razón. Al final, el tiempo fue poniendo lentamente todo en su lugar: el dolor en el corazón, el corazón en las palabras, las palabras en los folios y los folios en los cajones. Y así, con esa triste cotidianidad que sólo poseen las realidades tangibles, todo acabó siendo, simplemente, como tenía que ser...


"Porque entre el lunes y el martes, me sobra tiempo para necesitarte

Porque me miento si digo, que tu mirada no fue mi mejor testigo
Porque aunque ya no me duelas, a veces busco tu nombre en mi chistera
Porque aún no vino el olvido, para llevarse el último de tus abrigos

Por los besos que aún nos quedan en la boca
por los miles de homenajes que nos dimos
por nadar y no guardar nunca la ropa
por los dedos juguetones del destino
porque fuimos lo que fuimos, porque fuimos lo que fuimos...

Porque puesto a confesarte, aún le tengo miedo a tenerte delante
Porque en cuanto me descuido, me atropella algún recuerdo en el pasillo
Porque no puedo negarte, que te quise sin querer y más que a nadie
Porque mi doctor previno, que para este corazón estás prohibido"

(Fuimos lo que fuimos .- Maldeamores & Jorge Drexler)

|
Weblog Commenting and Trackback by HaloScan.com