cruce de vías

Lo que ocurre cuando tienes miedo a ilusionarte es que desaprovechas oportunidades de hacerlo conveniente o inconvenientemente. Que te vas dejando las ganas de arriesgarte en el armario, y de allí ya no las sacas hasta muy pasado el verano, o hasta el año que viene si se tercia. Lo malo es que también ocurre que te vas poniendo topes para frenar las ganas de sentirte un poco más vivo descubriendo a alguien, y lo peor es que lo acabas consiguiendo. Y así, minimizas las sensaciones hasta dejarlas en pequeñas alteraciones de tu estado habitual, que intentas que te afecten lo menos posible.
Pero lo peor de todo es el momento en que descubres de repente que si no es por esos topes, llega un día en que te das cuenta de que de la otra forma, hoy ya habrías descarrilado.
Y entonces, ya no sabes si estar triste o alegre...
"Ahora da lo mismo reírse de todo que llorar por nada..."
(Rompeolas .- Quique González)